jueves, 26 de enero de 2017

Sumar


Pasan muchas personas por la vida de alguien. Algunas personas se quedan por mucho tiempo, otras se van. Así es y así va a ser siempre ¿Por qué es así esto? Nadie sabe. Podemos tirar muchas teorías, pero nunca vamos a saber. Se podría decir que la gente se cansa de los demás, se podría decir que la gente es una mierda, se podría decir que las personas llegan a tu vida a enseñarte algo, ya sea con alegría o con dolor. Sinceramente, se podría decir que todas ellas están en lo cierto, pero no se sabe. Cada uno la piensa como quiere y lo ve de manera positiva o negativa según cómo se tome las cosas.

                Yo pienso que, más allá de por qué son así las cosas, sea la relación que sea, uno recibe de la otra persona y da a la otra persona. Se suman cosas entre los dos. Se suman alegrías, cariño, ideas, pensamientos, gustos, fortalezas. No lo niego, también se pueden restar. Ya sea ambos o uno a otro. Pueden transmitirse inseguridades, ira, incomodidad. Y esto termina generando odio, broncas, desencuentros. Pero no es todo tan malo. Cuando esto sucede, también sumás ¿Por qué? Porque aprendés de los errores del otro, de los tuyos, aprendés qué tipo de gente no querés en tu vida, qué cosas te molestan, cómo solucionarlo. Aprendés muchísimo. Perder gente no es para nada lindo, pero no perdés del todo, porque siempre te llevas algo de las personas, incluso de esas personas que te hicieron mucho daño. 

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